Desórdenes
Alimentarios en la Adolescencia
La anorexia y la bulimia son trastornos propios de personas con problemas emocionales, especialmente durante la adolescencia. La anorexia se caracteriza por la pérdida de apetito y la bulimia
por la ingestión de grandes cantidades de comida seguida de vómitos autoinducidos, pero en ambos desórdenes suelen desencadenarse como reacción a un mismo factor: el temor al rechazo.
PRINCIPALES CAUSAS
La mayor parte de personas anoréxicas son muchachas atemorizadas ante la idea de engordar y obsesionadas por perder peso que rehúsan comer adecuadamente.
El miedo a la sexualidad y a sentirse rechazadas se halla en el origen de esta conducta. Los bulímicos comen compulsivamente para calmar tensiones emocionales o compensar una experiencia dolorosa, como el fin de una relación.
SÍNTOMAS
La anorexia y la bulimia tienen mucho en común y muchas personas que han sufrido anorexia son propensas a desarrollar síntomas de bulimia. Entre los rasgos de conducta que comparten ambos trastornos destacan las siguientes:
. Una preocupación excesiva por la comida
. Miedo intenso a ganar peso y percepción distorsionada del propio cuerpo.
. Sentimientos de culpabilidad por comer
. Percibir los alimentos como buenos o malos.
El enflaquecimiento excesivo propio de la anorexia puede acarrear los síntomas del síndrome clínico del hambre (dolores abdominales, estreñimiento grave, ausencia de menstruación, mareos, depresión, anemia ) e incluso llevar a la muerte.
Los síntomas de la bulimia son comer en exceso a escondidas , autoinducción del vómito y uso inapropiado de laxantes. Todo ello puede ocasionar problemas metabólicos graves, déficit de nutrientes y depresión, además de agravar la ansiedad que suele hallarse en el origen del problema.
TRATAMIENTOS
La atención del psiquiatra o el psicólogo es fundamental. Los tratamientos recomendados por estos profesionales incluyen algún tipo de psicoterapia, el control de la dieta, antidepresivos y cuidados hospitalarios cuando la gravedad del caso lo requiera. Entre las terapias alternativas resultan especialmente indicadas las que ayudan a mejorar la autoestima y expresar las emociones.
Psicoterapias. La terapias cognitivas y del comportamiento son fundamentales para modificar las actitudes respecto a uno mismo y, por tanto, hacia los dempas y hacia la comida.
Los grupos de apoyo constituyen un buen recuerso para compartir sentimientos y experiencias. La programación neurolingüística , la terapia Gelstalt y otras escuelas de psicoterapia ofrecen herramientas eficaces para integrar problemas emocionales y corregir las percepciones distorsionadas acerca de uno mismo y de los demás. La hipnoterapia ayuda a reducir los miedos y las fobias y estimula las respuestas positivas a otras psicoterapias.
Arteterapia y terapia de la danza. Las técnicas que estimulan la toma de contacto con las propias emociones y la expresión espontánea de los sentimientos a través del movimiento, el color, el dibujo, la escultura, la música y la voz fomentan la autoestima y mejoran la capacidad de comunicación.
Yoga y Meditación. Son técnicas muy recomendables, especialmente los ejercicios que se practican con una respiración lenta y profunda, porque ayudan a relajarse, alivian las tensiones y proporcionan mayor autocontrol físico y mental.
Masaje. La toma de contacto con el propio cuerpo, la aceptación y confianza implícitas en el acto de recibir un masaje, además de sus beneficios tónicos y/o relajantes, lo convierten en un poderoso y placentero instrumento para mejorar la autoestima y aumentar la vitalidad.
. Naturopatía. Los naturópatas aconsejan ingerir complementos multivitamínicos y minerales, además de alimentos con alto contenido en calcio (lácteos, nueces, legumbres y vegetales de hojas verdes), magnesio (cereales integrales y mariscos), potasio (frutas y verduras) y vitamina B (carne magra y ave, yema de huevo, marisco, quesos fuertes, semillas, cereales integrales y tubérculos).
Para prevenir los trastornos del apetito, se han de buscar maneras de aliviar el estrés y de desarrollar actividades sociales gratificantes, que aumenten la autoestima y la confianza en los demás.
Permanecer con los nutrientes esenciales en el organismo, con una salud plena, sin perder peso rápido sino de forma constante , permanente y sin rebote, es el plan que te proponemos para lograr calidad de vida en salud y bienestar.
Fuente: Enciglopedia DAgostini
Gracias por leer Desórdenes Alimentarios en la Adolescencia
La anorexia y la bulimia son trastornos propios de personas con problemas emocionales, especialmente durante la adolescencia. La anorexia se caracteriza por la pérdida de apetito y la bulimia
por la ingestión de grandes cantidades de comida seguida de vómitos autoinducidos, pero en ambos desórdenes suelen desencadenarse como reacción a un mismo factor: el temor al rechazo.
PRINCIPALES CAUSAS
La mayor parte de personas anoréxicas son muchachas atemorizadas ante la idea de engordar y obsesionadas por perder peso que rehúsan comer adecuadamente.
El miedo a la sexualidad y a sentirse rechazadas se halla en el origen de esta conducta. Los bulímicos comen compulsivamente para calmar tensiones emocionales o compensar una experiencia dolorosa, como el fin de una relación.
SÍNTOMAS
La anorexia y la bulimia tienen mucho en común y muchas personas que han sufrido anorexia son propensas a desarrollar síntomas de bulimia. Entre los rasgos de conducta que comparten ambos trastornos destacan las siguientes:
. Una preocupación excesiva por la comida
. Miedo intenso a ganar peso y percepción distorsionada del propio cuerpo.
. Sentimientos de culpabilidad por comer
. Percibir los alimentos como buenos o malos.
El enflaquecimiento excesivo propio de la anorexia puede acarrear los síntomas del síndrome clínico del hambre (dolores abdominales, estreñimiento grave, ausencia de menstruación, mareos, depresión, anemia ) e incluso llevar a la muerte.
Los síntomas de la bulimia son comer en exceso a escondidas , autoinducción del vómito y uso inapropiado de laxantes. Todo ello puede ocasionar problemas metabólicos graves, déficit de nutrientes y depresión, además de agravar la ansiedad que suele hallarse en el origen del problema.
TRATAMIENTOS
La atención del psiquiatra o el psicólogo es fundamental. Los tratamientos recomendados por estos profesionales incluyen algún tipo de psicoterapia, el control de la dieta, antidepresivos y cuidados hospitalarios cuando la gravedad del caso lo requiera. Entre las terapias alternativas resultan especialmente indicadas las que ayudan a mejorar la autoestima y expresar las emociones.
Psicoterapias. La terapias cognitivas y del comportamiento son fundamentales para modificar las actitudes respecto a uno mismo y, por tanto, hacia los dempas y hacia la comida.
Los grupos de apoyo constituyen un buen recuerso para compartir sentimientos y experiencias. La programación neurolingüística , la terapia Gelstalt y otras escuelas de psicoterapia ofrecen herramientas eficaces para integrar problemas emocionales y corregir las percepciones distorsionadas acerca de uno mismo y de los demás. La hipnoterapia ayuda a reducir los miedos y las fobias y estimula las respuestas positivas a otras psicoterapias.
Arteterapia y terapia de la danza. Las técnicas que estimulan la toma de contacto con las propias emociones y la expresión espontánea de los sentimientos a través del movimiento, el color, el dibujo, la escultura, la música y la voz fomentan la autoestima y mejoran la capacidad de comunicación.
Yoga y Meditación. Son técnicas muy recomendables, especialmente los ejercicios que se practican con una respiración lenta y profunda, porque ayudan a relajarse, alivian las tensiones y proporcionan mayor autocontrol físico y mental.
Masaje. La toma de contacto con el propio cuerpo, la aceptación y confianza implícitas en el acto de recibir un masaje, además de sus beneficios tónicos y/o relajantes, lo convierten en un poderoso y placentero instrumento para mejorar la autoestima y aumentar la vitalidad.
. Naturopatía. Los naturópatas aconsejan ingerir complementos multivitamínicos y minerales, además de alimentos con alto contenido en calcio (lácteos, nueces, legumbres y vegetales de hojas verdes), magnesio (cereales integrales y mariscos), potasio (frutas y verduras) y vitamina B (carne magra y ave, yema de huevo, marisco, quesos fuertes, semillas, cereales integrales y tubérculos).
Para prevenir los trastornos del apetito, se han de buscar maneras de aliviar el estrés y de desarrollar actividades sociales gratificantes, que aumenten la autoestima y la confianza en los demás.
Permanecer con los nutrientes esenciales en el organismo, con una salud plena, sin perder peso rápido sino de forma constante , permanente y sin rebote, es el plan que te proponemos para lograr calidad de vida en salud y bienestar.
Fuente: Enciglopedia DAgostini
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