Cristianismo
y huevos de Pascua
En
la Pascua, los cristianos recuerdan la pasión, la muerte y la
resurrección de Cristo.
Los
huevos en el cristianismo pasaron a representar la resurrección, ya
que Cristo movió la piedra que tapaba su sepulcro para salir al
exterior, de igual manera que lo hace un pollo de su cascarón.
De
nuevo, se asocia el huevo al “paso” de la muerte a la vida. De
esta manera, tradiciones paganas muy arraigadas se asimilaban con
nuevas formas en el cristianismo. La alegría por la vuelta del sol y
de la primavera se asoció así a la alegría por la resurrección de
Cristo.
La
idea de pintarlos En la cultura china, regalar huevos pintados era
símbolo de amistad. Este gesto se generalizó después del siglo
XIII. Del siglo IX al XVIII la Iglesia prohibió el consumo de huevos
en Cuaresma, ya que se asimilaban a la carne, que no se podía comer
en este período. Pero las gallinas no dejaban de poner huevos en
esas fechas y al no poder consumirlos ni refrigerarlos, idearon cómo
como conservarlos: recubiertos de una fina capa de cera, que pintaban
después para diferenciarlos de los frescos.
El
Domingo de Pascua estos huevos pintados se regalaban entre los amigos
y los vecinos como símbolo del final de la Cuaresma, de sus
prohibiciones y penitencias, y de la vuelta a la alegría. Por lo
tanto, desde la Edad Media el huevo de Pascua se convirtió en uno de
los símbolos de la Semana Santa. Más tarde, la Iglesia levantó el
veto al huevo, pero la costumbre de decorar estos huevos no se
perdió, sobre todo en los países del Este y Centroeuropa.
En
España, son famosos los “Huevos pintados” de Pola de Siero
(Asturias) y los “Huevos teñíos” de Cañada Rosal (Sevilla),
fiestas que aún hoy se siguen celebrando. También llevan huevo duro
los hornazos y monas de Pascua, similares a empanadas, que en algunas
regiones de España los padrinos regalan a sus ahijados en estas
fechas.
Los
huevos de Pascua de chocolate Hoy en día es muy frecuente encontrar
huevos de chocolate, que sustituyen a los huevos de Pascua pintados,
inclusos de formas diversas y rellenos de sorpresas. Al parecer esta
costumbre comenzó en el siglo XIX en Francia, pero eran bastante
duros y no se moldeaban bien. El chocolatero Joseph Fry añadió
manteca de cacao a la masa y logró darles forma, creando el primer
huevo de chocolate en 1873, en Inglaterra. Después la empresa
Cadbury los empezó a fabricar y amplió la gama de formas y modelos,
modernizando esta tradición
Mira también
Gracias por leer El Cristianismo y los Huevos de Pascua
Mira también
Gracias por leer El Cristianismo y los Huevos de Pascua
http://www.huevo.org.es/
Comentarios