Hera,
hermana y esposa del gran Zeus, es la diosa del matrimonio, una de
las instituciones más importantes en la Antiguedad, pero resulta que
mientras ella permanece virgen hasta el matrimonio y le es fiel a su
marido, como toda esposa debia serlo, Zeus no sólo mantuvo muchas
relaciones antes del matrimonio, sino que, además, una vez casado
con Hera, le fue infiel con innumerables mortales e inmortales.
En
Grecia el marido podía cometer adulterio, pero la mujer, en cambio,
tenía que ser fiel a riesgo de ser repudiada e incluso castigada con
la muerte1.
“Tenemos
a las heteras para el placer —decia el orador Demostenes (s. IV
a.C.)—, a las concubinas para los cuidados diarios del cuerpo y a
las esposas para que nos den hijos de forma legítima y sean
guardianas de confianza en casa”
Y
tan enraizada estaba esta creencia que Hera, pese a enfadarse con
Zeus, no descargaba su ira en él, sino en sus amantes e hijos
ilegítimos, aún cuando en muchas ocasiones sus amantes eran
forzadas por el padre y soberano de los dioses: intentó impedir por
todos los
medios que Leto, amante de su marido, diera a luz a los
gemelos Apolo y Artemis; envió un tabano para que molestara
continuamente a Io, mujer a la que Zeus, para evitar en vano que su
esposa se enterara de la infidelidad, transformó en
una
hermosa ternera blanca; y le dijo a Semele que en el momento de hacer
el acto amoroso le pidiera a Zeus que se mostrara en todo su
esplendor, sabiendo que cuando este asi lo hiciera la abrasaria con
sus rayos.
A
pesar de todo, Hera nunca pagaba a su marido con la misma moneda. Era
vengativa, pero fiel —quiza por miedo a las represalias de Zeus o
sencillamente porque en el matrimonio la mujer debia ser leal al
esposo—.
“Si
sorprendieras a tu mujer en adulterio”, dice Catón el Censor (s.
III-II a.C.)21, refiriendose al matrimonio en Roma, “puedes matarla
impunemente sin juicio previo; en cambio, si tu cometieras adulterio,
ella no se atreverá, ni tiene derecho, a ponerte la mano encima”.
Castigar
a la mujer adultera sigue siendo, lamentable y sorprendentemente, una
costumbre en algunos paises. La Sharia o código de conducta
islámica, vigente hoy en dia, considera como delitos graves la
homosexualidad, el adulterio y las relaciones con “infieles” y
pueden ser motivo de condena a muerte.
Según
datos de Naciones Unidas23, “actualmente cada
dos
horas, una mujer es apunalada, apedreada, estrangulada o quemada viva
para salvar el honor de la familia”
Por
citar tan solo un par de casos, Hajara Ibrahim, de 29 anos, fue
condenada a la lapidación en 2004 por cometer adulterio, al igual
que la joven de 17 años Du’a Khalil Aswad en 2007 por enamorarse
de un joven que profesaba otra religion.
Pocos
matrimonios en Grecia eran por amor. La mayoria eran concertados y
poco o nada podía opinar la novia. De la misma forma Afrodita, la
diosa más bella, fue obligada por Zeus a casarse nada más y nada
menos que con Hefesto, el dios más feo, cojo y siempre sucio por
trabajar en su fragua durante toda la noche.
A
la diosa del amor, no obstante, eso no le frenó para mantener
relaciones con otros, siendo el más famoso de sus amantes Ares, el
dios de la guerra.
Hefesto,
cuando se enteró de esta infidelidad, decidió atraparlos en una red
invisible e irrompible y convocar a todos los dioses del Olimpo para
humillar a los adulteros.
Sin
embargo, impotente, no pudo evitar que su mujer le siguiera siendo
infiel.
Pues
bien, la costumbre de los matrimonios concertados sigue estando
vigente hoy en día en algunos paises. Segun la agencia EFE
(16/09/2008), una joven india de quince años huyó del altar al
conocer el dia de la boda a su novio de setenta anos, quien al
parecer habia pagado dinero a la familia de ella.
Y
un americano, tras viajar a la india para casarse con una mujer a la
que no conocía, decidió entablarle una demanda a su futura esposa
por considerarla muy fea.
DIOSAS DE LA MITOLOGIA GRIEGA.UNA EXPERIENCIA EN CLASE
ESTEBAN
BERCHEZ CASTANO
IES
La Moreria, Mislata (Valencia)
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