La enfermedad tiene su origen en la conducta egoica, en el miedo. El miedo reprimido produce
bloqueos a nivel energético en nuestro organismo que hacen que aparezca la enfermedad.
Ocultamos el miedo en el inconsciente al negarlo y ahí queda bloqueado creando una tensión en nuestro sistema muscular, que impide que la energía fluya. La energía vital (el Chi, como lo llaman los taoístas) solo puede circular libremente por los meridianos y chacras de nuestro cuerpo cuando este está relajado.
De ahí la gran importancia que tiene la meditación para la salud integral de nuestro cuerpo-mente.
Nos asaltan preocupaciones sin fundamento real y muy a menudo nos vemos defendiendo juicios o creencias propios. Se produce un gran ahorro de energía cuando en vez de defender nuestra posición tratamos de comprender la del otro desde el respeto y la aceptación. Existe un ahorro exponencial de energía cuando conseguimos vivir en la realidad del momento presente. Todo este conjunto de situaciones conforma un sistema de creencias que nos hace permanecer en estado de inconsciencia: creemos que nuestro personaje somos en realidad nosotros y tratamos de mantener esa ficción como real mediante un desmesurado gasto de energía.
¿Por qué dedicamos tanta energía a mantener y defender estas identificaciones?
Por miedo: tememos por su muerte si no lo hacemos. Pero no es cierto. Solo puede morir nuestro personaje. Es este sistema de creencias que estamos describiendo el que nos permite continuar viviendo en la ficción, en la inconsciencia, en el sueño. Lo realmente gracioso del asunto es que simplemente liberando toda esa energía que malgastamos dedicándola a mantenernos dormidos, a apuntalar todas esas creencias falsas, tendremos acceso a unas vivencias que nos permiten acceder a conocer quienes somos en realidad.
Tendremos un incremento de vitalidad que nos devolverá a la Vida. Somos ante todo hijos de la Vida, y la Vida no está hecha para comprenderla, sino para vivirla.
Por la simple liberación de la energía que gastamos en hacer real una ilusión tendremos acceso a conectar con la Fuente, con el Creador, con el Tao…como se quiera llamar, que lo que quiere es nuestro despertar, nuestro bienestar y liberarnos de todo sufrimiento, para así poder acceder a la verdadera Naturaleza Divina, a nuestra real naturaleza de Amor, Paz y Alegría.
Los milagros comienzan a suceder cuando les das mas energía a tus sueños que a tus miedos
La meditación tiene dos componentes fundamentales: la relajación y la atención. No consiste solo en sentarse un rato intentando relajar la mente. A la vez, y de ahí su dificultad, hay que tener focalizada la atención en la respiración. Prestad especial atención al silencio, por su naturaleza indivisible. El silencio es el espacio en el que uno despierta, y la mente ruidosa es el espacio en el que uno permanece dormido. Cualquier actividad se puede realizar meditativamente, incluso el sexo. Aislándonos al realizarla de cualquier influencia exterior, de todo aquello que no está realmente dentro de nosotros, manteniendo nuestra atención focalizada.
Personalmente opino que una de las mejores maneras de adentrarse en la meditación es la práctica del zazen. Consiste en mantenerse sentado sobre un cojín, inmóvil y en silencio, procurando mantenernos relajados y atentos a la respiración. Esta meditación contribuye a liberar nuestra energía bloqueada y nos ayuda a cambiar nuestra percepción de la realidad.
El miedo reconocido y aceptado, en cambio, se transforma en energía curativa que se expande por todo nuestro organismo liberándolo, rompiendo el círculo vicioso de miedo-bloqueo-enfermedad-dolor-más miedo. Y lo mismo sucede con cualquier emoción negativa pues toda emoción negativa tiene su origen en el miedo. Por la misma causa también nos identificamos con las emociones. Nos apegamos a ellas. Ponemos en ellas una gran parte de nuestra atención. Igual que con los pensamientos. Vivimos permanentemente en el futuro o en el pasado, cuando en realidad solo existe el presente.
De la revista http://www.vivirahora.es/numero13/
Ocultamos el miedo en el inconsciente al negarlo y ahí queda bloqueado creando una tensión en nuestro sistema muscular, que impide que la energía fluya. La energía vital (el Chi, como lo llaman los taoístas) solo puede circular libremente por los meridianos y chacras de nuestro cuerpo cuando este está relajado.
De ahí la gran importancia que tiene la meditación para la salud integral de nuestro cuerpo-mente.
Nos asaltan preocupaciones sin fundamento real y muy a menudo nos vemos defendiendo juicios o creencias propios. Se produce un gran ahorro de energía cuando en vez de defender nuestra posición tratamos de comprender la del otro desde el respeto y la aceptación. Existe un ahorro exponencial de energía cuando conseguimos vivir en la realidad del momento presente. Todo este conjunto de situaciones conforma un sistema de creencias que nos hace permanecer en estado de inconsciencia: creemos que nuestro personaje somos en realidad nosotros y tratamos de mantener esa ficción como real mediante un desmesurado gasto de energía.
¿Por qué dedicamos tanta energía a mantener y defender estas identificaciones?
Por miedo: tememos por su muerte si no lo hacemos. Pero no es cierto. Solo puede morir nuestro personaje. Es este sistema de creencias que estamos describiendo el que nos permite continuar viviendo en la ficción, en la inconsciencia, en el sueño. Lo realmente gracioso del asunto es que simplemente liberando toda esa energía que malgastamos dedicándola a mantenernos dormidos, a apuntalar todas esas creencias falsas, tendremos acceso a unas vivencias que nos permiten acceder a conocer quienes somos en realidad.
Tendremos un incremento de vitalidad que nos devolverá a la Vida. Somos ante todo hijos de la Vida, y la Vida no está hecha para comprenderla, sino para vivirla.
Por la simple liberación de la energía que gastamos en hacer real una ilusión tendremos acceso a conectar con la Fuente, con el Creador, con el Tao…como se quiera llamar, que lo que quiere es nuestro despertar, nuestro bienestar y liberarnos de todo sufrimiento, para así poder acceder a la verdadera Naturaleza Divina, a nuestra real naturaleza de Amor, Paz y Alegría.
Los milagros comienzan a suceder cuando les das mas energía a tus sueños que a tus miedos
La meditación tiene dos componentes fundamentales: la relajación y la atención. No consiste solo en sentarse un rato intentando relajar la mente. A la vez, y de ahí su dificultad, hay que tener focalizada la atención en la respiración. Prestad especial atención al silencio, por su naturaleza indivisible. El silencio es el espacio en el que uno despierta, y la mente ruidosa es el espacio en el que uno permanece dormido. Cualquier actividad se puede realizar meditativamente, incluso el sexo. Aislándonos al realizarla de cualquier influencia exterior, de todo aquello que no está realmente dentro de nosotros, manteniendo nuestra atención focalizada.
Personalmente opino que una de las mejores maneras de adentrarse en la meditación es la práctica del zazen. Consiste en mantenerse sentado sobre un cojín, inmóvil y en silencio, procurando mantenernos relajados y atentos a la respiración. Esta meditación contribuye a liberar nuestra energía bloqueada y nos ayuda a cambiar nuestra percepción de la realidad.
El miedo reconocido y aceptado, en cambio, se transforma en energía curativa que se expande por todo nuestro organismo liberándolo, rompiendo el círculo vicioso de miedo-bloqueo-enfermedad-dolor-más miedo. Y lo mismo sucede con cualquier emoción negativa pues toda emoción negativa tiene su origen en el miedo. Por la misma causa también nos identificamos con las emociones. Nos apegamos a ellas. Ponemos en ellas una gran parte de nuestra atención. Igual que con los pensamientos. Vivimos permanentemente en el futuro o en el pasado, cuando en realidad solo existe el presente.
De la revista http://www.vivirahora.es/numero13/
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