La Grelina y la Obesidad





El peso corporal depende del equilibrio entre la ingesta y el gasto
energético. Cuando lo que comes sobrepasa al gasto aparece la obesidad,
una enfermedad que acaba con millones de vidas en todo el
mundo. 

La ingesta de alimentos está regulada por un sistema
complejo que incluye tanto factores centrales como periféricos.

Su sistema digestivo siempre está ocupado. Trabaja muy duro para que pueda obtener los nutrientes que necesita de los alimentos para vivir. Hay muchas partes diferentes de su sistema digestivo, todas conectadas en una gran tubería elástica. 

La grelina es una hormona gastrointesalinal identificada con
un control de la alimentación y también del peso
corporal. La secreción de grelina aumenta antes de la
hora de la comida y decrece después de la ingesta, en individuos
bajo horario regulares de alimentación. 

 Las funciones distintivas de la grelina son sus efectos estimulantes sobre la ingesta de alimentos, la deposición de grasa y la liberación de la hormona del crecimiento. La grelina es conocida como la "hormona del hambre".


La grelina influye sobre el metabolismo de la glucosa y del balance de energía, el metabolismo óseo, la función pancreática, la mobilidad gastrointestinal, la secreción de ácido gástrico, la función cardiovascular, el sistema inmune y la proliferación y supervivencia celular. También se ha demostrado su influencia sobre la memoria y el sueño. A pesar de sus múltiples funciones, el interés actual en esta hormona radica en su potente valor orexigénico (estimulante del apetito)  y de adiposición (eliminación de grasa) . 

Así, debemos tener en cuenta para mantener a raya los niveles de grelina y controlar el apetito:
  • No pasar más de 4 horas sin comer, pues al llegar a las tres horas sin ingesta los niveles de grelina comienzan a incrementarse, aumentando así, el nivel de hambre y apetito.
  • No saltar comidas enteras y evitar el ayuno, pues éstas condiciones elevan notablemente los niveles de grelina e incrementan como consecuencia, los deseos de ingerir alimentos.
  • Evitar dietas hipocalóricas estrictas que al reducir el ingreso calórico pueden producir un aumento considerable de los niveles de grelina, desencadenando la búsqueda de alimento e incrementando los deseos de comer.
  • Dormir lo suficiente cada día, ya que un descanso incorrecto o trastornos del sueño alteran los niveles de grelina, aumentando su expresión y produciendo más apetito.
  • Realizar ejercicio con regularidad, pues no sólo incrementa los niveles de leptina que favorece la saciedad y disminuye el hambre, sino que reduce los niveles de grelina, ayudando a controlar lo que comemos.

Ahora bien, si usted está presentando resistencia a la insulina, un factor que se da en personas con mucha glucosa y mucha insulina a la vez, siempre recomiendo realizar Ayunos Intermitentes para romper esta resistencia al igual que una dieta Detox previa para poner el metabolismo a funcionar correctamente.




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